Antes indicábamos alguna recomendación práctica con el fin de evitar lesiones de nuestra espalda durante el ejercicio.
Algunos deportes, dadas sus peculiares características y presentando una literalidad muy pronunciada, van a ser precursores de desviaciones laterales de la columna vertebral (escoliosis), dando origen a un gran número de trastornos orgánicos.
Por ejemplo, el tenis, el voleibol, el canotaje, etc., son deportes con una elevada carga asimétrica.
Con el fin de prevenir posibles trastornos a nivel óseo y muscular, vamos a explicar a continuación:
1.º Fomentar el trabajo bilateral -ambas partes del cuerpo- en la medida de lo posible, durante las sesiones de acondicionamiento físico.
Es obvio que cuando se realiza un entrenamiento de elevada calidad esto no va a ser posible, pero sí lo será cuando el entrenamiento es de una intensidad moderada. Esto puede efectuarse en la mayor parte de los deportes.
2.º Los ejercicios de relajación que se efectúen una vez concluida cada sesión de acondicionamiento van a producir efectos positivos.
La finalidad de estos ejercicios es la de:
- Eliminar las tensiones parásitas de aquellos grupos musculares más trabajados.
- Mejorar la percepción corporal de las distintas estructuras anatómicas.
- Conocimiento de las posibles dismetrías presentes en uno mismo, con los subsiguientes resultados positivos.
Con anterioridad a este trabajo, la realización de ejercicios de estiramientos de la zona más trabajada mejorará notablemente el estado de salud del sujeto.
3.º La realización de un trabajo correcto y de forma continuada, para flexibilidad de la columna vertebral, disminuye notablemente el riesgo que provocan sobre ésta los deportes asimétricos (los que trabajan con preferencia o incluso en exclusividad una sola parte del cuerpo).
De esta forma, evitaremos contracturas a cualquier nivel, con lo negativo que esto implica.
Por otra parte conviene tener en cuenta que la columna vertebral tiene una función muy importante y es la de mantener una cierta estabilidad bajo de flexibilidad deberá de ser muy específico, pues una excesiva movilidad de la columna puede ser nociva. Hemos de mantener un trabajo cuya amplitud de movimientos sea la adecuada.
Existen tablas que determinan las distintas amplitudes articulares (Luttgens, Wells) como promedio en el ser humano. Cada individuo presenta una morfología distinta por lo cual se recomienda para el trabajo la movilidad de la columna vertebral, que los ejercicios que se realicen sean ligeramente superiores en amplitud a los que cada individuo pueda realizar de forma voluntaria, es decir, bajo la acción de los músculos agonistas. De esta forma, la amplitud se verá incrementada pero manteniendo siempre un equilibrio en función de nuestras posibilidades reales (límite entre las posibilidades ciertas de los músculos agonistas y antagonistas, junto con lo demás elementos articulares)
4.º Debemos fomentar la actividades en las que intervengan los mismos grupos musculares de nuestro deporte, pero en el lado contrario -el que no utilizamos o usamos menos-, disminuyendo de esta forma el desequilibrio muscular existente.
Generalmente, esto presenta un gran problema, es necesaria una gran coordinación neuromuscular, muy poco desarrollada en la mayor parte de los individuos. Por este motivo, hemos de buscar actividades que no representen gran dificultad de ejecución esto es, de movimientos relativamente lentos (poca velocidad), escasa técnica y poca precisión. Con la práctica podremos modificar éstos.
Una actividad de gran utilidad -que se le recomienda es el peloteo, libremente, con una raqueta corta (madera de ping-pong) y un volante de pluma (material utilizado en el bádminton), que al poseer un peso mínimo y un brazo de palanca corto facilita su práctica.