La musculación como cimiento de todos los deportes
Lo más sobresaliente que han conseguido la mayoría de los atletas, de élite o no, en los últimos años ha sido el aumento de la fuerza.
Y es un hecho que por muy buenas proporciones que se tengan, o por mucha resistencia cardiorrespiratoria, si la fuerza de un atleta es baja, jamás podrá lograr una gran marca. Es preciso, pues, que la fuerza sea lo más elevada posible. Y es ahí donde la musculación ha puesto su grano de arena, haciendo más por los atletas que ningún otro tipo de técnicas, sea ésta cual fuere. Ya nadie puede negar que las pesas son un instrumento magnífico capaz de aumentar la fuerza y mejorar el aspecto físico de cualquier individuo. Tampoco se puede negar que solamente las pesas pueden dar más fuerza que cualquier otro tipo de ejercicio que se haga a un determinado grupo muscular, pudiendo dejar a los otros casi con idéntica fuerza o tamaño, si esto es lo que se desea; de ahí la grandísima aplicación que puede tener la musculación como cimiento de todos los deportes. Si es usted nadador, por ejemplo, deberá desarrollar armónicamente todos sus grupos musculares, y esto mismo tendrá que hacer si es usted jugador de fútbol, baloncesto, balonmano, o lanzador de peso, disco o martillo, por citar algunos ejemplos. Mas si es usted ciclista, seguramente no le interesar desarrollar una gran masa muscular en la parte superior del tronco, que luego necesitaría de una gran oxigenación y empeoraría sus logros deportivos. Estas particularidades de la musculación hacen, pues, de ella, la actividad más apta como complemento de los demás deportes, habiendo sido por ello adoptado por todos los grandes atletas de las más diversas prácticas deportivas, desde el atletismo a la natación, pasando por el tenis, el piragüismo, el remo o cualquier otra especialidad atlética, entre las que podríamos citar otras tan dispares como el alpinismo, el tiro con arco, el voleibol.