Nació en una pequeña ciudad del estado de Wisconsin, en el corazón de los Estados Unidos. Es, sin duda, la figura más representativa y triunfante del culturismo femenino. Con 1,75 de estatura y 70 kilos de peso en competición, unas formas longilíneas, de cintura extremadamente breve y miembros largos, Cory Everson atrae la atención de las gentes allá donde vaya.
Su marido, Keff Everson, antiguo culturista y popular escritor de temas deportivos, es también su entrenador, papel que no ha cesado de ejercer desde que Cory se dedicaba al atletismo de pista y al lanzamiento de jabalina.
Cory Everson destacó en el deporte hasta el punto de tener los récords femeninos de su estado y estar a punto de ser seleccionada para la Olimpiada de Los Angeles. Quien hoy es su marido, Jeff, la aconsejó que utilizara pesas con el fin de acentuar su progreso. Cory respondió tan bien y le agradó tanto el contacto con los hierros que al poco tiempo empezó a olvidar el atletismo y a dedicarse con más intensidad a la musculación en aquellos momentos en que acababa de celebrarse la primera competición mundial de culturismo femenino. Jeff pensó que Cory, con su esbeltez y atractivo y la facilidad que tenía para desarrollar unas formas atléticas y torneadas, tendría mucho que decir en ese deporte.
Cory se lo tomó en serio y en su primera competición ya quedó entre las 10 primeras clasificadas, y eso a nivel nacional. A finales de ese mismo año 1981 se creó la Competición Culturista por Parejas. Se inauguraban los Campeonatos Mundiales de esa especialidad, y Cory y su marido fueron unos de los seleccionados. Llegó el momento de la final, y el presentador anunció que "Cory y Jeff Everson se convertían en los primeros campeones mundiales de la nueva modalidad".
A partir de entonces se abría un panorama de victorias para Cory, que sólo llevaba un año y medio dedicada a la musculación. Desgraciadamente de la noche a la mañana, una de sus piernas comenzó a hincharse de un modo alarmante. Fue al médico y le dijo que tenía una tromboflebitis. Eso parecía grave. ¿Se habría acabado, entonces, su carrera?
Cory Everson y su nuevo reinado
En 1983 se presentó al Miss Olimpia, después de cuatro meses de convalecencia tras una intervención quirúrgica en una de sus piernas. Sólo pudo quedar séptima, "y parecía que iba a llegar tan alto", dijo la mayoría, pensando que Cory no volvería más a subirse a una plataforma de competición. Pero los señores Everson no estaban de acuerdo. Jeff empezó a entrenar a su esposa con los métodos más modernos y observó que respondía mejor que antes. Incluso sus piernas superaban la forma pasada y todos los fallos de falta de línea iban desapareciendo día a día.
¿Quién ganar el Olimpia 1984?, se preguntaba en los mentideros del músculo, olvidados por completo de la chica de Wisconsin y barajando nombres y circunstancias del pasado.
Y Cory obtuvo la victoria. El Miss Olimpia de 1984 se lo llevó la "chica de Wisconsin" con una puntuación casi perfecta. No obstante, algunos opinaron que era debido a la casualidad y que Cory sería incapaz de soportar las responsabilidades inherentes al título de campeona.
Pero en 1985 volvió a repetir su triunfo, derrotando a dos anteriores Miss Olimpia como Carla Dunlap y la célebre Rachel Mac Lis, pionera del culturismo competitivo. Ahora nada oscurecía el panorama de Cory, si acaso la reciente campeona amateur, Diana Dennis, diosa de la pose, o la walkiria rubia canadiense, Deanna Painting, con su descomunal y voluptuosa corpulencia. Pero todavía quedaba un año hasta el próximo certamen, y Cory, ayudada por su marido, Jeff, planificó la estrategia a seguir durante los campeonatos de 1986.
Esta vez, Cory no adquirió su máxima forma hasta los últimos días. Parecía que no iba a ganar y, sin embargo, tres o cuatro semanas después de su postrera aparición pública, salió a la plataforma del Miss Olimpia en lo que, quizá, era la condición más sobresaliente de su vida: aerodinámica, sensual, con tono de piel de dorados brillos y extraordinaria agilidad para variar de posturas. ¡Cory triunfaba por tercera vez y se convertía en la figura más galardonada del culturismo femenino de todos los tiempos!.