El cerebro es la parte más importante del organismo, ya que es el lugar desde donde se controlan todas las funciones del cuerpo humano.
Está situado dentro del conducto cráneo-raquídeo, lo que se llama sistema nervioso central, que consta de los siguientes órganos: cerebro, cerebelo, protuberancia o puente de Varolio, bulbo y médula espinal.
Y, además, el sistema nervioso periférico, que está situado fuera del conducto cráneo-raquídeo. Excepto la médula espinal, el resto del sistema nervioso central se encuentra ubicado dentro de la cavidad craneal, que por la parte superior está cubierta por la bóveda del cráneo, y por la parte inferior descansa en la base del cráneo, que forma tres niveles de altura:
- Superior, formado por el techo de las órbitas, situado en el hueso frontal y alas menores de los huesos esfenoides.
- Medio, formado por las alas menores de los huesos esfenoides y la pirámide del hueso temporal.
- Inferior, constituido por la parte horizontal del hueso occipital.
El cerebro, todo él, está rodeado por unas membranas llamadas meninges, que se hacen más fuertes en dos zonas que necesitan una protección mayor: el interior de la cisura inter-hemisférica, llamada hoz del cerebro, y en otra que separa el lóbulo occipital del cerebelo y se llama "tienda del cerebelo". El cerebro pesa, por término medio, 1.100 gramos, y sus medidas aproximadas son: 17 centímetros de longitud, 14 de altura y 13 de espesor. Exteriormente es de color gris, e interiormente contiene la sustancia blanca. El cerebro del ser humano recibe el nombre de girencéfalo por la cantidad de cisuras, lóbulos y circunvoluciones que tiene. Cuanto más evolucionado es un animal, más complicado es su cerebro y, por lo general, más grande.
Las cisuras más importantes del cerebro son:
- De primer orden.
1. Interhemisférica, que llega hasta el cuerpo calloso y divide al cerebro en dos lóbulos, derecho e izquierdo.
2. La de Silvio, que es horizontal e inferior.
3. La de Rolando, situada en la porción superior del cerebro, siendo de forma vertical.
4. Posterior-externa, que es vertical y muy corta, y sólo se encuentra muy desarrollada en los primates.
Las tres últimas cisuras dividen a cada uno de los hemisferios en lóbulos:
- Frontal, situado por delante de la cisura de Rolando. - Parietal, situado entre la cisura de Rolando por delante, la de Silvio por abajo y la posterior-externa por detrás. - Occipital, situado por detrás de la cisura posterior-externa. - Temporal, situado por debajo de la cisura de Silvio.
En el fondo de la cisura de Silvio está el pequeño lóbulo llamado ínsula.
Por la parte interna encontramos la cisura margino-callosa, situada por encima del cuerpo calloso; la cisura posterior-interna, de dirección oblicua y ubicada en el lóbulo occipital y que se une a la cisura calcárea, también de dirección oblicua. Estas tres últimas forman los lóbulos: margino-calloso o precalloso, cuneiforme o cuña y cuadrado.
- De segundo orden.
1. En el lóbulo frontal:
- La prerolándica, de igual dirección que la de Rolando. - Dos cisuras horizontales (superior e inferior).
Estas tres cisuras dan lugar a tres lóbulos: el prerolándico y los frontales superior, medio e inferior.
2. En el lóbulo parietal hay:
- La parietal media, que lo divide en dos lóbulos, superior e inferior. - También se considera que existe un lóbulo prerolándico.
3. Lóbulo occipital:
- Las cisuras superior e inferior, que lo dividen en tres lóbulos: superior, medio e inferior.
4. Lóbulo temporal:
- La temporal superior, que es externa y horizontal. - La temporal inferior, también horizontal, y que lo divide en tres lóbulos (superior, medio e inferior).
5. En la ínsula: - La posterior. - La media.
Son poco profundas y lo dividen en los siguientes lóbulos: posterior, medio y los dos anteriores.