El cerebro humano es la estructura más compleja conocida, consistente en miles de millones de células nerviosas conectadas entre sí para formar un tipo de redes que aún no pueden ser analizadas con propiedad.
El cerebro nos permite sentir, pensar, soñar, analizar y dirigir todas las actividades del cuerpo humano, entre ellas la esencial funcional del movimiento de los músculos voluntarios. Gracias al cerebro podemos percibir las sensaciones que nos envían los llamados "cinco sentidos", y las conocidas por el nombre de propioceptoras y visceroceptoras (que nos dan noticia de nuestros músculos y nuestras vísceras).
Químicamente el cerebro es, en su mayoría, proteína, pero con una gran cantidad de sustancias grasas especiales que ayudan a aislar los nervios para que los impulsos no se transmitan a todo el cerebro, sino al punto necesario.
La energía para estas actividades nerviosas proviene, fundamentalmente, de la glucosa -azúcares simples-. Por eso las dietas irracionales, los ayunos prolongados o la falta de un elemento vital puede disminuir la actividad cerebral o llegar a dañarlo de forma irreversible.