El corazón, como cualquier otro músculo, necesita de la actividad para mantener un ritmo adecuado. Para conseguir un mejor acondicionamiento cardiopulmonar es imprescindible que durante tres o cuatro veces por semana, y dentro de un tiempo no inferior a quince o veinte minutos, el ritmo cardíaco se mantenga entre el 60 y el 75 por 100 de sus máximas posibilidades.
Para saber esto debemos utilizar el número 220 como referencia, restarle nuestra edad (por ejemplo: 220 menos 30, 40 ó 50 años daría, respectivamente, 190, 180 y 170) y sacar el 60 al 75 por 100 de esta cifra, teniendo en cuenta que al principio, o si no deseamos un acondicionamiento extraordinario, nos bastará con ejercitarnos al 60 o incluso el 55 por 100 de nuestra capacidad máxima de latidos.