Sea cual fuere el tipo de sistema que se utilice para entrenar, éste se puede llevar a cabo en un rutina dividida de tres, cuatro o seis días por semana, o incluso en dos o tres sesiones de entrenamiento diarias -mañana, mediodía, tarde-.
Nos vamos a limitar a reseñar las ventajas de la rutina más usada, que no es otra que entrenar seis días en semana, dos o tres grupos musculares por sesión, ejemplo:
Lunes y jueves: pectorales, dorsales y antebrazo. Martes y viernes: hombros, bíceps y tríceps. Mercales y sábados: muslos, gemelos y abdominales.
Naturalmente, esta combinación de ejercicios puede ser variada, nosotros hemos citado este tipo de combinación de ejercicios a modo de ejemplo, porque en principio resulta ser la más idónea al trabajar los músculos antagonistas a la vez que los agonistas.
Los culturistas avanzados pueden realizar este tipo de entrenamiento de seis días a la semana, descansando el domingo solamente, porque son atletas avanzados, aún así, dividen los grupos musculares en tres partes, para procurarse el máximo de descanso posible, y nos referimos a descanso orgánico, que no muscular, dado que aunque se entrenan diferentes músculos orgánicos, el efecto indirecto es bastante notable.