Es un hecho que la inmensa mayoría de las personas practican el entrenamiento no con la intención de competir en los estadios u obtener un físico de gran campeón.
Hemos de decir que en estos casos no es necesario entrenar con una gran intensidad ni dedicar mucho tiempo al ejercicio. Para conseguir la puesta en forma que desean, con una salud adecuada y un aspecto físico muy superior a lo normal, basta con hacer unos cuantos ejercicios básicos bien seleccionados y con un esfuerzo no excesivo.
También hay otro grupo de personas de ambos sexos que tienen ya una considerable capacidad atlética o un desarrollo de cierto grado pero que, sin embargo, no desean incrementarlo sino mantenerlo. Para estos individuos tampoco se hace necesario entrenar con alta intensidad, sino que les basta con el uso de unas rutinas divididas repartir todos los grupos musculares en dos, practicadas cuatro días por semana durante un tiempo aproximado a unos treinta o cuarenta y cinco minutos cada vez.