Nació en Australia y fue la pionera del desarrollo muscular femenino y una de las figuras más controvertidas dentro del terreno de la musculación.
A sus 21 años provocaba odios y admiraciones. Sus más fanáticos partidarios aseguraban que ella era la encarnación de un tipo de belleza distinto, pero no por eso menos atractivo. Por otro lado, muchas personas decaen que su cuerpo era monstruoso y que sus formas iban a dar a luz a un tercer sexo. Por entonces, Beverly consiguió el título de la mujer más fuerte del mundo, llegando a levantar 150 kilos en press de banca, una cifra muy respetable hasta para un atleta masculino de alta competición. La australiana llegó a pesar casi 85 kilos -¡de puro músculo!- para su 1,65 de estatura. Sus formas hercúleas, densas y torneadas se empezaron a hacer populares en el mundo entero, y Joe Weider la llamó para América. Beverly aceptó el reto de convertir su cuerpo colosal en uno sensual y femenino. Los conocedores le dijeron a Joe que sería imposible tal transformación. En un primer estadio, Beverly apareció en la película "Pumping Iron II" como una muchacha efébica y supermusculada. Ya había dado el primer paso y poco después entraba entre las finalistas del Miss Olimpia, puesto que repitió al año siguiente.
En 1987, Beverly asombró a todo el mundo deportivo consiguiendo el campeonato mundial profesional y el asombro y la admiración de espectadores y entendidos. ¡Se había transformado en una chica de larga cabellera rubia, rostro cinematográfico, cuerpo longilíneo y armónico y ademanes absolutamente femeninos y delicados!.