Aunque tenga ese nombre, su padre es gallego y su madre una india apache. Nació en el estado de Texas, y desde muy pequeña sintió la llamada del ejercicio físico y la buena forma muscular.
Era atlética y después de haberse pasado algún tiempo practicando el ballet -una de sus hermanas es bailarina- decidió compaginarlo con las pesas hasta que en seguida quiso adentrarse por los terrenos de la musculación. Pronto se convirtió en una de las mayores figuras de este deporte. Rachel destacaba por sus músculos llenos y femeninos, por su figura de curvas atractivas y su rostro de belleza singular.
Empezaban a verse las primeras competiciones de culturismo femenino, todavía un deporte desconocido, que mucha gente veía con prejuicios. Joe Weider comprendió que había llegado el momento de sacarlo a la luz, de ofrecer a la mujer una plataforma radiante y distinta desde donde irradiar el mensaje de los cuerpos nuevos.
El Miss Olimpia 1980 -primero de la historia culturista femenina- creó una gran expectación. Rachel Mac Lish fue animada a presentarse por sus compañeros. Evidentemente, se trataba de una figura distinta de mujer que tenía el peligro de llegar demasiado pronto y no ser comprendida. Pero el público y los jueces quedaron subyugados ante la extraña belleza de la chica. Rachel Mac Lish fue proclamada Miss Olimpia 1980 por mayoría absoluta y su victoria dio origen a una tendencia masiva entre las mujeres a inscribirse en gimnasios y deslumbrar con los cuerpos que ofrecía la musculación.
Rachel obtuvo mucha publicidad y decidió explotarla tomándose un año de descanso. Volvió en 1982 y repitió su victoria. Los contratos eran tan numerosos que no pudo entrenar como quería y no reapareció hasta 1985 en que fue derrotada por Cory Everson y Mary Roberts.