Vamos a describir, aunque sea someramente, el grupo principal de las enfermedades mentales funcionales.
Neurosis
Esta enfermedad corresponde a los individuos que adoptan normas de conducta excesivamente rígidas y repetitivas, las que, a su vez, les resultan inútiles para controlar la ansiedad que domina sus vidas.
Las personas que sufren de neurosis pueden llegar a saber que su modo de comportamiento es absurdo y negativo, pero son incapaces de modificarlo. Las neurosis se dividen en varios tipos, siendo los más comunes, la fóbica, donde el temor se manifiesta de manera irracional y excesiva ante cualquier cosa persona u objeto relacionado con su miedo, la depresiva en que la depresión aparece ante frustraciones de liviana importancia, la neurosis de ansiedad, cuando la intranquilidad e inquietud del individuo no pueden atribuirse a cualquier causa concreta. Por lo general las personas afectadas de neurosis no padecen uno solo de sus tipos, sino un mezcla de varios.
Psicosis
Las personas afectadas de psicosis sufren de graves y determinadas distorsiones de la realidad, como alucinaciones -que pueden llegar a ser táctiles- o manías sumamente arraigadas en su carácter. El individuo que padece psicosis puede llegar a estar completamente alejado de la realidad, como en el caso de la esquizofrenia, o parcialmente, como en la paranoia.
Esquizofrenia
Es la forma más común de psicosis, y es responsable de la ocupación de la mitad o más de las camas de los hospitales de enfermedades mentales. Se caracteriza por una desorganización completa de la personalidad, con conducta anormal y alejamiento absoluto de la realidad; en los casos más graves -a veces- se puede llegar a llevar una doble vida sin ser consciente de ello. Dentro de la esquizofrenia existen diversos tipos, que van desde el casi completamente inactivo, que se encuentra, por lo general, en estado catatónico, hasta el paranoico que no reconoce otra realidad que la de su manía.
Paranoia
Una de las formas de esquizofrenia, que se caracteriza por la implantación gradual en la personalidad de manías, que acaban convirtiéndose en el centro de la vida del individuo. La paranoia suele adoptar diversas formas: erótica, donde el individuo se siente compelido a pensar y a sentir que es el objeto de amor de una determinada celebridad o, incluso, persona común; litigiosa, cuando la persona encadena una serie de pleitos y acusaciones, por lo general, sin motivo aparente; persecutoria, en que el afectado se siente perseguido e incluso amenazado de muerte; de grandeza, donde el individuo cree ser alguien de importancia social extremada. La paranoia puede adoptar formas de conducta muy peligrosas -muchos de los asesinos son paranoicos, al igual que algunos líderes de sectas o grupos políticos extremos- al dirigirse en contra de los demás y ser los individuos afectados por ello inteligentes y cultos en muchas ocasiones, además de dotados con cualidades de persuasión.
Problemas de carácter
Se trata de personas que resultan fácilmente dañadas en su sensibilidad por motivos triviales, o que son tan apáticos y desinteresados que necesitan un cuidado casi permanente, ya que, por sí mismos son incapaces de reaccionar. En muchos casos la psicoterapia, ayudada por el ejercicio, puede ser de gran ayuda para estos individuos introvertidos y con grandes altibajos en su personalidad.