Las enzimas son sustancias que se elaboran en las células vivas y que actúan como catalizadores de todos los procesos bioquímicos del organismo animal o vegetal; a ellas se deben directamente, por ejemplo, la digestión de los alimentos, la conducción de los impulsos nerviosos, la contracción de los músculos, la coagulación de la sangre, etc.
Las enzimas se suelen clasificar en dos grupos, llamados hidrolasas y desmolasas.
Las hidrolasas escinden, mediante hidrólisis, las moléculas orgánicas complejas en moléculas más sencillas hasta descomponerlas en las moléculas elementales de los principios inmediatos. Estos procesos se pueden considerar como fenómenos digestivos.
Las desmolasas son las enzimas que catalizan la desintegración de las moléculas elementales de los principios inmediatos con liberación de gran cantidad de energía. Representan, por tanto, los agentes de la respiración celular. De aquí que se las conozca también con la denominación más apropiada de enzimas de los procesos respiratorios.
Su composición química es muy compleja; todas las que se han aislado hasta ahora (más de 700) son proteínas, la más pequeña con 124 aminoácidos y la más grande con más de 10.000 aminoácidos.
Cada organismo elabora sus propias enzimas distintivas, pero las que tienen funciones análogas en distintos organismos suelen ser muy parecidas. Una característica muy importante es que la acción de cada una se específica, o sea, que cada enzima cataliza sólo una reacción de la serie que se necesita para llegar a un resultado fisiológico determinado; por ejemplo, en la conversión de glucosa en anhídrido carbónico y alcohol ocurren más de 20 reacciones, y cada una de ellas es catalizada por una enzima diferente.
Otra característica importante de las enzimas es su gran eficiencia: una molécula de la enzima determinada puede transformar centenares de miles de moléculas de una sustancia en un minuto; y esto se realiza, además, en las condiciones moderadas de temperatura, presión y concentración que prevalecen en un cuerpo vivo, para suministrarle energía y productos químicos al ritmo necesario para sostener la vida.
Sin las enzimas, la mayor parte de las reacciones bioquímicas del organismo no podrían ocurrir.