Llámese flexibilidad a la capacidad que tiene el hombre de ejecutar determinados movimientos con gran amplitud.
La flexibilidad depende de la movilidad articular y la elasticidad de los tendones y ligamentos, habiéndose comprobado que si no se posee una gran amplitud de movimientos en las articulaciones tampoco se posee una contracción fuerte y rápida.
Decimos que los movimientos o ejercicios efectuados con pesos, sobre todo en la fase positiva, influyen negativamente en la movilidad articular, siendo por el contrario los ejecutados en su fase negativa los que más positivamente influyen en ésta.
El aumento de la flexibilidad está ligado en cierta forma con los aumentos de fuerza, ya que la flexibilidad aumenta cuando las articulaciones son forzadas hasta las posiciones más lejanas, y estas posiciones más lejanas sólo pueden ser alcanzadas a medida que se utiliza un peso mayor y éste fuerza más y más a la articulación.
Hemos de decir también con respecto a la flexibilidad que se pueden hacer ejercicios específicos y de tipo general. También podemos efectuar ejercicios de flexibilidad al término del entrenamiento, utilizándolos como relajantes musculares.